El mundo de lo breve y entretenido
Debía compartir cierto contenido de una campaña
política en mi muro de Facebook, no lo hice; del mismo modo, debía ceñirme y
obedecer a las estrategias de marketing y ganar más simpatizantes para
nuestro movimiento político. No cumplí bien ese propósito.
En medio del fulgor de la sociedad en la que vivimos, donde reina la cultura de lo simple, de lo breve y entretenido; poco éxito tendría un artículo de más de tres párrafos para exponer un argumento. Y es que en efecto, las redes sociales y el marketing exigen contenidos simples a montón; contenidos con menos de 40 caracteres , frases cortas y entretenidas donde la palabra queda reemplazada por la imagen.
Esto va en línea con la tesis que defendía Giovanni Sartori en
su libro Homo videns: La sociedad
Teledirigida (lo vuelvo a citar), donde
exponía que – para ese entonces en el año 1997- la televisión parecía haber
invadido la intimidad de muchos de los habitantes del globo terráqueo. Este
formidable invento, así como el internet, modifica radicalmente el aparato
cognoscitivo del homo sapiens. Según Sartori, este el homo sapiens, formado
mediante el lenguaje verbal y fundamentalmente con la escritura, se convierte,
por medio de su exposición continua a las imágenes, en un homo videns a quien
le es difícil la capacidad de la abstracción y para quien importa más la imagen que la palabra.
Cueste o no creerlo, quizás
muchos de nosotros nos hemos negado rotundamente a ir a favor de la corriente moderna,
sin embargo asumiendo una postura Heráclita, sabemos que "todo cambia". La cognición
debe estar cambiando y con ello las formas de aprendizaje, de esto conocerán
más los psicólogos.
La especie de
filosofía express y las frases de
autoayuda que abundan en las redes y que se comparten miles de veces, seguirá
su curso y exitosa viralidad. Pero en algún momento esto también tendrá que
cambiar. Del mismo modo tendrá que cambiar
el discurso de los políticos que al parecer, por ahora
solo dicen lo que complace a la multitud.
Sin embargo, aun no concuerdo con lo breve y entretenido para todos los
asuntos, pues los temas urgentes y las cuestiones fundamentales no son breves
ni simples. Aun no me cautiva entretener audiencias ni ser popular.
¿Quién dijo que el pensamiento ha de ser simpático?
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