Escalas grises del Apurímac
Apurímac por muchos años fue la segunda región mas pobre del Perú. Su sinuosa y difícil geografía, conformada por cañones y quebradas bien descrita por José María Arguedas, dista del desarrollo de las medianas ciudades del Perú.
En Apurímac, gracias a la democracia, las organizaciones campesinas lograron representatividad política electoral desde el proceso de descentralización iniciado el 2002 a través de los movimientos regionales. Llevaba dos años viviendo en Cotabambas, provincia con gran potencial cuprífero donde yace la mina Las Bambas y en varias ocasiones el empirismo y nuestra labor profesional nos llevó a afirmar que el atraso a nivel tecnológico, agrícola, agroindustrial respecto al Cusco fue como 15 años o más. Luego de trabajos y recolección de información pudimos constatar tal relego.
En Cotabambas, sus distritos y comunidades priman las necesidades insatisfechas, carreteras, desagüe, agua potable, energía eléctrica. Las organizaciones comunales no se sintieron representadas sino mas bien invisibilizadas por todos. En ese ambiente nació el Movimiento Popular Kallpa. Así, el derecho de representación política del campesino tuvo una fuerte influencia de las organizaciones políticas gremiales y de izquierda como de la Federación de Campesinos del Cusco, donde tuvieron raíces.
El 2015, conocí a varios líderes comunales, varones y mujeres que reclamaban sus justos derechos y también cumplían sus deberes como ciudadanos peruanos. Algunos aun sentían un gran rechazo hacia el gobierno ya sea regional o central. Pero aun así parecía que las cosas iban a mejorar. Con sorpresa, vieron mas tarde a su alcalde provincial prófugo de la justicia, acusado de corrupción y orden de captura. La esperanza en Kallpa menguó.
Se ha mercantilizado la política a tal punto que es imposible concebir a los gobernantes sin asociarlos al oportunismo y lucro. incluso en los distritos más pequeños y recónditos de nuestro país. Ya no se cree en nadie.
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